En el año 1997 fueron encontrados una serie de pergaminos
semidestruidos por el fuego de un incendio. Estos pergaminos fueron encontrados
en las ruinas donde se piensa estaba la ciudad capital de Acrusia. Poco se sabe
de su autor. De entre las páginas solo se ha podido sacar que era un fraile de
nombre Leandro que vivió en la misma época del relojero y que trató de escribir la historia de Acrusia,
pero, según notas posteriores de algún allegado de este fraile, murió antes de
terminar sus escritos. A continuación el único pergamino de este fraile que
mencionaba al Relojero:
Corría el año de nuestro señor 1355 en el glorioso Reino de
Acrusia cuando un simple personaje trabajador, cuya labor era la de fabricar
relojes en la ciudad de Pushtacrock ahora ciudad capital de Prusio, cambió la
historia del reino de Acrusia para siempre. Este personaje es mencionado en el
presente libro solamente porque cambió una de las facetas del reino, nadie sabe
si para bien o para mal. A mí en lo particular me parece que lo hizo para mal y
no voy a mencionar de este desagradable personaje más que lo necesario.
Este personaje que era conocido por todos solo como
relojero, no diré su nombre verdadero aunque alguna vez llegó a mis oídos
durante la gran guerra de las máquinas de Acrusia. No es mi intención dar mayor
crédito a un hombre que no lo merece.
Este relojero utilizó esta ciencia tan noble que es la
relojería para crear monstruosas máquinas utilizando los mismos principios de
poleas y engranes utilizados en los relojes. Estas máquinas vinieron a realizar
muchas tareas antes destinadas al hombre y la fuerza animal como son los
tejidos, arados y lo más repugnante que es la guerra. Bestiales carros de acero
movidos por fuerzas demoniacas que arrojaban un humo negro por sus fauces se
adueñaron de las calles de toda Acrusia. Los ricos cambiaron sus carruajes
movidos por nobles corceles a por estas horripilantes máquinas. En la guerra
estas mismas máquinas lanzaban bocanadas de fuego y destruían hombres y
edificios a su paso sin que se pudiera hacer nada contra ellas. Pero nada más
terrible que ese monstruoso artilugio que…
A partir de este punto el pergamino se termina y la
siguiente parte debe haberse quemado en el fatídico incendio que acabó con este
maravilloso libro.
De este texto se deduce que las acciones llevadas a cabo por
el relojero no agradaban del todo a Fray Leandro que debió de ser un
contemporáneo de este personaje. Seguiré investigando para ver que más se puede
sacar de esta historia.
Esta historia continuará…
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